CAMPEONES EN EL CIELO
- Guillermo Minto
- 5 dic 2016
- 1 Min. de lectura
Es increíble pensar cómo la vida puede cambiar en un segundo.
Días antes de enfrentar probablemente el partido más importante de sus vidas a nivel internacional, decía Caio Júnior, entrenador de Chapecoense, después de clasificar a la final, “Si muriera hoy, moriría feliz”. Una frase que quedará enmarcada en el corazón de todos.
Asociación Chapecoense de Fútbol, es un modesto club de fútbol brasileño que había sorprendido a todos con su actuación en la Copa Sudaméricana y que estaba a punto de enfrentar en la ciudad de Medellín Colombia, al Atlético Nacional, equipo que en homenaje por el terrible accidente optó por entregar el trofeo del campeonato al club.
El avión en el que viajaba el equipo se estrelló antes de llegar a la ciudad de Medellín, y se dice que fue causado por fallas eléctricas, dejando un saldo de 71 muertos y seis heridos; dos integrantes de la triupulacion, tres futbolistas y un periodista. Dejando un vacío enorme en la afición del club pero sobre todo en las familias de quienes desafortunadamente fallecieron.
El accidente estremeció al mundo futbolístico; en Brasil hubo luto nacional, en todos los clubes se realizaron homenajes y en los partidos a disputarse se realizó un minuto de silencio o de aplausos en honor de quienes ahora estoy seguro están jugando una cascarita en el cielo, cuidando a todos sus seres queridos y bendiciendo al club de sus amores “El verde del oeste”.
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